jueves, 10 de mayo de 2012

Herida abierta






Me corto el dedo con el cuchillo. Sangro un montón. Me pongo una gasa pero no tengo esparadrapo. Me sujeto la gasa pero me cuesta manejar la mano con la gasa que tengo que apretar. De momento, sigo comiendo con la izquierda. Envidio a los héroes, los  héroes no habrían dado importancia a un corte en el dedo. ¡No dan importancia a una herida de bala!

Pero el problema es más la sangre que el dolor, si no hago lo de la gasa y todo eso, lo pringo todo. Entonces caigo, los héroes no sólo son valientes, también son guarros.

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