Un hombre entra en una casa donde
se supone que vive una mujer, la mujer del tendero: tiene que hacerle una
encuesta. La casa es contigua a la tienda subiendo unas escaleras. El tendero
está trabajando. No sabe la edad de la mujer. La puerta está abierta. Va descubriendo una intimidad que siente como erótica,
se le despiertan las ganas de hacer el amor con ella sin haberla visto nunca.
Los muebles, el orden o desorden, la limpieza, todos los objetos son elementos
que le llevan al deseo.
Tal vez el deseo lo traía ya de casa.
ResponderEliminarHay quien dice que el hombre se excita más a través de la imaginación que de la realidad. Los payasos, ya se sabe, estamos peremnemente excitados. En cualquier caso... en mi versión, al final, hacen el amor, claro. Si no, qué desperdicio.
Miguel, háztelo mirar de una vez, anda.
Besos payasos.