Tras abrir la persiana del salón,
éste quedó casi en penumbra. Evité la luz artificial para no despertar a mi mujer
de la que me estaba separando. Mi intención era seguir leyendo unos cuentos de
Kawabata pero las pocas y bellísimas palabras que leí me llevaron a observar el
difícil momento en que vivía. La dificultad no estaba en mi situación de
ruptura que sí la hacía difícil, sino en la imposible luz que entró por la
ventana al abrir la persiana.
Kawabata como manera de escuchar el tiempo presente, el breve instante que es el único que existe.
ResponderEliminarBesos