Sólo quiero contar una cosa que
una vez una amiga me contó que le había
sucedido. No estoy seguro que amiga fue, aunque estoy cerca de recordarlo.
Mi amiga me contó que una vez
entró en el metro, iba sola y se sentó en un asiento. Enfrente de ella quedó situado un chico al que no había visto nunca. Sintió
necesidad de mirarlo. A él le debió suceder lo mismo, así que quedaron
mirándose. No paraban de mirarse, suavemente, sin violencia, sin que sucediese
nada más que eso y que el metro continuaba su camino hacia la siguiente
estación. El chico tenia un amigo que no paraba de mirar a ambos sin decir
nada, tratando de saber que estaba pasando.
El metro llegó a la siguiente
estación y el chico y su amigo se levantaron para irse. El chico sonrió suavemente
y saludo a mi amiga y se fue. Mi amiga le devolvió el saludó y le dejo marchar.
Y eso es todo.
Precioso!
ResponderEliminarEsos instantes en la vida no se olvidan nunca, y si te los cuentan tampoco.
Una amiga, que sí sé quien es, le pasó eso pero con Héctor Alterio, al final él se acercó a saludarla y ella se dio cuenta de por qué lo conocía. Bueno, no es lo mismo pero a mi tampoco se me ha olvidado ;)
Besos