Este es un
cuento en el que las cosas son como son, no como deberían ser.
Érase un rey
de un país lejano cuyo hijo era poco trabajador y apegado a su madre. Cuando
este hijo decidió casarse lo hizo, contra la opinión del padre, con una
pastora. La pastora no era virgen y el hijo lo sabía, pero eso está bien.
Durante su
matrimonio nadie sabe si apostaron por relaciones con otros individuos, eso queda en su intimidad, pero
no es importante.
Y los dos
fueron algo felices y también infelices pero eso está bien.
Y así todo.
Cuento presentado en concurso 99 palabras
Lo recuerdo, lo recuerdo, es que me hizo mucha gracia ese final: Y así todo.
ResponderEliminarBesitos
Muy buena tu primera presentación en sociedad :)
ResponderEliminarUn beso